NUESTRA HISTORIA
¿Por qué no hacemos vino en el Priorat?
¡Has perdido el juicio!
¿Sabes lo que dices?
Niñas, ¿queréis que hagamos vino?
¡Siiii! ¿Y por qué no?
Toda historia tiene un punto de partida, y así es como se origina la nuestra. ¿Quién les habría dicho a aquellas dos niñas de 6 y 8 años que, más de 25 años después, ese “sí” aún tendría todo el significado del mundo para ellas?
Terres de Vidalba, una idea alocada hecha realidad
Empezar de cero fue todo un reto. Vinculados al Priorat, no teníamos el privilegio de contar con una tradición enológica familiar. Pero, para nosotros, esto fue una motivación para demostrar la pasión, el respeto y la dedicación que tenemos por este territorio vinícola tan mágico y prestigioso.
Venimos de una familia de ópticos. Nuestro padre es óptico, y hemos crecido en la óptica familiar, donde aprendimos que cuidar de los pequeños detalles garantiza la mejor experiencia visual, y esta también es nuestra filosofía a la hora de elaborar nuestros vinos.
Todo comienza en el Barranc de la Bruixa
Con determinación y perseverancia, encontramos el terruño que buscábamos cerca de Poboleda, en el barranc de la Bruixa, con orientación este, sureste y altitud entre 430 m y 480 m. Estas condiciones nos han permitido disfrutar de una interesante integral térmica día y noche, que ayuda a las uvas a madurar a un ritmo más lento y óptimo, alcanzando la acidez ideal para dar vinos más frescos. El terreno de licorella, pobre y con buen drenaje, ha facilitado un enraizamiento lento y profundo de las viñas para producir las mejores uvas.
El Calvari de Poboleda es la segunda finca del proyecto, plantada 20 años más tarde en “coster” (cuesta) dentro del propio pueblo.
Ama por la tierra y lo que nos regala
Practicamos una viticultura respetuosa , trabajamos para conseguir un buen equilibrio de las plantas y cuidamos los rendimientos. Con la máxima exigencia artesanal veremos las uvas en su momento idóneo de maduración para asegurar la esencia y carácter que tanto determina en nuestros vinos.
Apostamos por las variedades mediterráneas. Garnacha tinta, cariñena, syrah y también garnacha blanca, otorgan a nuestros vinos el carácter ADN Priorat, elaborando vinos elegantes, frescos y muy personales que representan el terruño de donde provienen.
El arte de elaborar vino
Cuidamos los pequeños detalles para elaborar vinos excepcionales. Cada botella de vino es el resultado de un trabajo hecho con paciencia y dedicación, por eso en nuestra bodega ofrecemos una producción limitada. Vendimiamos las diferentes variedades de uva en pequeños lotes y las mantenemos separadas durante todo el proceso de vinificación. De esta manera, podemos experimentar y tomar decisiones basadas en lo que aprendemos sobre el comportamiento de cada variedad y parcela, añada tras añada. Cada botella es una pequeña joya.
Vive el Priorat
Sin saber realmente lo que significaba, ese “sí” cambió nuestras vidas. Desde entonces hemos dedicado nuestro tiempo, esfuerzo y pasión por crear vinos excepcionales que reflejen el amor y el respeto que tenemos por este territorio vinícola. Te invitamos a ser parte de nuestra historia ya descubrir la esencia de nuestro Priorato a través de una experiencia sensorial paseando por el Barranco de la Bruja o el Calvario de Poboleda.